Crónica de alguna busqueda en la mar. (Blog-Novela Cap 4)

Una vez más me encuentro aquí, bogando en estos mares desconocidos, al pensarte se hace difícil tu imagen, ¿pudieses nacer de un pequeño trozo de mar?
Bogando hacia ningún lugar solo tengo la ilusión de encontrarte en algún lugar de estas aguas claras, de oleaje tranquilo pero incesante y de un agradable sonido al chocar con algunas rocas que se sitúan a la orilla de la costa.
Al llegar a ella me encuentro con pequeñas señales de vida ya que aun se podía divisar el humo proveniente de alguna pequeña fogata, una ola que apresuro su camino llega con un poco mas de fuerza hasta donde se encuentra, la cual sin ningún temor llega hasta mi y sin mayor preocupación a su regreso al mar arrastra un pequeño trozo de madera con la cual se había logrado alcanzar el fuego anteriormente mencionado.
Una vez ahí emprendo mi camino hacia ningún lugar, sigo sobre la orilla de esta pequeña isla, sin tener alguna manera de saber que hora es, me parece que la noche se acerca, el sol esta apunto de dar por terminado su camino por el cielo, no tardara mucho en que este se oculte en el horizonte que a su vez parece pintarse de matices azulados, el brillo del astro solar aún no termina de ocultarse cuando se va uniendo a estos nuevos colores, ante estos momentos algo se presenta en el cielo que ahora cambia su color azul claro por un tono azul oscuro, este nuevo manto es acompañado por algunos puntos los cuales resplandecen en lo mas alto del cielo, ante este hecho que me han parecido solo unos cuantos minutos me doy cuenta que en realidad se a tratado de horas, ante esto solo de algo estoy completamente seguro, la noche y su grandísimo lunar: la luna, me acompañan y al menos por esta noche me cuidan en mi sueño profundo y tranquilo.



Al sentirme completamente sorprendido por la mañana, tome camino hacia donde la noche anterior había posado mi pequeña y sucia barca.
Por el camino ya recorrido, me vinieron a la mente tantos recuerdos que por alguna rara y poderosa razón todos terminaban dirigiéndose con un solo sentido: tú.
Durante esos momentos no podía dejar de pensar en ti, ahora, ocurría algo sumamente raro, ya que cuanto mas caminaba, el camino que faltaba para llegar a mi barca se hacia considerablemente mas grande, al sentir un poco el cansancio tome la decisión de sentarme a tomar un breve descanso, camine hacia un pequeño tronco completamente seco que probablemente el mar había arrastrado desde tierras desconocidas hasta este lugar. Después de un corto pero placentero descanso decidí volver a mi ruta una vez más, esta vez todo corría con normalidad, a unos cuantos metros se dejaba ver mi pequeña barca, todo parecía como si una vez más había sufrido un intento frustrado al querer encontrarte.
Una vez llagado a esta parece ser un poco mas de medio día, contemplo una vez mas esta pequeña e indescifrable isla, subo a mi pequeña barca que comienza a mostrar síntomas de su edad, de quizás el mal trato o el duro trabajo que le ha tocado emplear en todos estos años de búsqueda, una vez arriba, tomo un poco de agua que se encontraba en la vieja mochila que me acompaña desde siempre, un ultimo vistazo ya que pese a todo el tiempo que te he buscado no me resigno a pensar que no te he de encontrar.Tomo mis remos y comienzo a bogar, ¿hacia donde? no lo se, lo único seguro es que a donde llegue te he de buscar, si no te llegase a encontrar volvería a partir, a seguir bogando hasta que algún día el cual no importa si esta muy lejano o tal vez todo lo contrario, pero estoy completamente seguro que te he de encontrar al volver la vista atrás solo se puede observar solamente mar, ya que la pequeño isla se ha quedado atrás, en estos momentos solo se que a donde voy, te voy a buscar con la simple idea que algún día, no se ni donde ni cuando, pero se que algún día te he de encontrar.

Darío Jímenez*